Primer día de clases (Libre)

-vamos a ver- intenta abrir la puerta, -o esta abierta-, -parece que no hay nadie- mira de lado a lado buscando a alguien, cuando siente una presencia demoníaca, -esta cerrada- mmmm... veamos -hechizo de serradura mágica- dice mientras hace un gesto con los dedos, -ya esta- habré lentamente la puerta hasta que...

-que divertida eres, como me divierten tus reacciones de miedo - Dijo dando una pequeña risa malvada viéndola espantada - Por cierto ¿Planeas matarme con un patito de hule? - Dijo divertido viendo lo único que tenia a la mano era un patito de hule.

Después de causar un leve disturbio en clases, finalmente uno de los maestros no la aguanto y la mando devuelta a casa.

-¿Quien se cree?-Furiosa, salió de la escuela, pero ahora tenía la oportunidad de hacer algo interesante. Con el paso del rato sintió una extraña energía sobrenatural. -¿Otra bruja?-Sonrío, la diferencia es que esta se notaba que tenía más energía que la otra que estudiaba con ella.

Se cambio de ropa y se preparo a ir donde esta bruja, quizá le sería más de ayuda que la joven de su clase.

Viendo que se encontraba acorralada, tomó con fuerza el patito de hule y lo sujetó como si de su varita mágica se tratara y fuertemente, con la seguridad que no tenía, exclamó.

--- ¡No es cualquier patito de hule, malvado demonio, este artefacto mágico ha estado entre los descendientes de Merlín desde hace siglos, ahora te daré la oportunidad para que huyas y no caigas ante las garras de tan temible poder purificador!

En la mente de Mari, sólo pasaba una y otra vez la frase "que se lo crea, que se lo crea... o moriré y soy demasiado joven y hermosa para ello". Pensaba tratando de ocultar su nerviosismo.

-¿acaso eres un demonio?- pregunto Meí con un gesto de seriedad pero con picardia, mientras esperaba la respuesta del  joven, su mente especulaba si esa niñita indefensa era la bruja descontrolada.

Finalmente llego a una casa, entro al ver la puerta abierta y se sorprendió al sentir la energía de ese demonio extraño que había conocido y dos energías mágicas en ella.

-¿Hola?-Se miro a todos lados y no encontró nada, la casa parecía normal, pero siguió a las presencias.

Se quedo unos minutos callados... hasta que empezó a morirse de risa.

-Jajajajaja en serio me caes bien eres muy divertida - dijo mientras aguantaba la risa de la situación y de su amenaza de hule - Y veo tenemos visitas - Viendo a la otra bruja.

Mari sintió que todo el mundo se le venía encima. ¡¿Qué rayos faltaba ahora?! ¡¿Que viniera el mismo Rey de los demonios a joderla aun más?! ¡No sabía qué podría ser peor!

Y fue cuando se dio cuenta de que no sólo estaba esa bruja, sino que además, venía esa energía conocida... Vitani Valentine.

Finalmente llego y vio a la bruja de su clase y el demonio, pero ellos no estaban solos, también había una chica que se veía un poco mayor que ella y notoriamente poderosa.

-¿Puedo colarme a la fiesta?- Pregunto para todos, sonriendo esperando sus reacciones.

-respondeme ser asqueroso- lo miro con una mirada desafiante, ella sabia que estaba la posibilitad de perder contra el pero ya estaba excitada

-¡¿que?!-, -otro demonio mas-

-Valla esto ya parece fiesta - Dijo dando una pequeña risilla - Y se podría decir soy y a la vez no soy un demonio jijiji - dijo divertido y ve a Valentine - Y por mi no hay problemas pero ella parece mala con las visitas, no me ofreció nada y se fue directo al baño - Dijo con sonrisa maliciosa encogiéndose de hombros indicando a la bruja tratando de salvar su vida con un patito de hule.

Se coloca al lado del chico y ríe.

-Creo que ya me estas cayendo bien, ¿así que eso paso? Que chica más maleducada-Solo sonríe y mira a la bruja desconocida- ¿Y tu quien eres?

Mi nombre el Meí Yamanaka la cabeza de la casa Yamanaka y estoy investigando un caso por descontrol de magia proveniente de esta chiquilla

Mari no lo soportaba más, estaba tan asustada ante los tres sobrenaturales que lo mejor que pudo hacer fue resguardarse en una esquina, cubriéndose la cabeza con los brazos. No lo había notado, pero de lo asustada que estaba había llorado un poco, su voz sonaría bastante alterada si hablaba y se encontraba casi totalmente paralizada.

-Niña si no eres una bruja blanca no te are daño lo juro- , los únicos aquí a los que voy a atacar son esta demonio y este rarito.

-Vaya, veo que quieres jugar conmigo, pero linda no te recomiendo eso, no estoy de humor y no seré nada amable contigo-Segura de sus palabras y para nada asustada de esa bruja, estaba lista para un combate.

-También me caes bien - Sonriendo a la demonio y luego ve a la bruja en la esquina - Ya ya - acariciándola en la cabeza pero aun con su sonrisa maliciosa - Si tienes problemas con mostrarme tu casa entonces puedo ir a verla por mi cuenta - Dijo como si nada sonriendo como si realmente poco o nada le afectara su llanto.

Mari se encontraba muy asustada, no era bruja blanca, pero temía que por algún motivo aquella chica le atacara. No sabía qué le hacia desconfiar tanto, quizás era el hecho de que su instinto de supervivencia le decía que ninguna de esas tres personas era de fiar. Cuando sintió el tacto del demonio, soltó más su llanto, sin saber qué hacer.

---Que raro, la puerta estaba abierta... ---oh, no. Más problemas.

Era su padre.

-¿tu crees que estoy de humor?, justo hoy me llego el periodo así que no te recomiendo tocarme ni un pelo-

-Bueno tu no me interesas, ¿Mari verdad? No te preocupes, no te haré nada malo- Sonríe mirando a la joven, luego mira a la bruja.- En cuento a ti, poco me importa tu presencia.

-entonces no te importara que le haga unas preguntas a esta niña, o acaso es tu noviesita- dice mientras un risita de forma en su rostro

Sonríe divertido ante toda la situación y desastre ocurrido en el lugar y solo atino a decir - Que bien hice en venir aquí si que ahí mucha diversión jijiji

---¿Qué rayos sucede aquí? ---Preguntó el hombre de cuarenta y tantos años, vestido de manera un tanto formal, su cabello era algo cano y era bastante alto. Se notaba levemente desgastado por la edad, y no mostraba perturbación alguna hasta que vio a ambos demonios y a la bruja de notablemente nivel mayor al de su hija.

--- ¡PAPÁ! ---Corrió Mari hacia él, temiendo que fueran a hacerle algo y encontrando la esperanza de salir ilesa de ahí.

Solo supo sonreír con el comentario de la bruja- Yo Vitani Valentine no tengo esa clase de gustos, puede que tu si, se te nota a lo lejos-Le dijo sin preocuparse si la molestaba

De la nada mira al hombre que apareció en frente.

-Bueno la verdad...- pensaba responderla a la demonio pero se sintió perturbada por otro brujo -eres hija de un brujo?, ¿entonces por que res tan débil?-