El Cuervo Blanco.

Haro vio la trayectoria que estaba siguiendo. Sip, justo hacia él. Iba demasiado rápido, muy rápido. Segundos antes de que la espada le tocara, se movió. Como creyó, la Shinigami fue burlada. Pero seguramente eso la enojaría, y debia tener más cuidado ahora.

Había esquivado en vano, lo que iba hacia el, era solo una reflexión de un cristal... Uno de tantos cristales que lo rodean, todos reflejan a la shinigami dirigiéndose hacia el. Desde cualquier angulo puede llegar.

Mira a tu izquierda, a la derecha, detrás de ti, delante de ti, ¿Donde estás, Shinigami?

---Ok, ok, ok, no tenías que enojarte~~~

Sacó sus tentáculos, y comenzó a destrozar el cristal. Y con uno de ellos, cubrió su cuerpo para protegerse. Aunque le impedía la visión, no la necesitaba. De donde viniera, él podría recibir el golpe y no salir dañado.

Todos eran cristal, la shinigami parece haber desaparecido.

---Ni mierda, sé que saldrás de algún lugar. Pero esperaré pacientemente aquí, niñita~--- susurró más para sí mismo, sin cambiar su posición.

- ¿Cuanto tiempo piensas quedarte así? -Susurró para si misma, pensando en alguna estrategia rápida.

Haro en realidad no tenía ninguna intención de moverse. Tenía toda la eternidad para ello.

-Que hijo de...-Hizo crecer estacas de cristal desde el suelo, al rededor de Haro, cortando los tentáculos, dándole la oportunidad. Se eleva en el aire y ataca desde arriba.

Los tentáculos se regeneraron rápidamente, pero no lo suficiente para volver a su posición defensiva. Así que no tuvo más remedio que esquivar aquel ataque, y una vez que se regeneraron completamente, esperó a que estuviera a menos de 10 metros para poder atacarla.

Una vez tocado el suelo, se impulsó hacia el, preparando su espada, y un poco de protección contra esos tentáculos.

Haro se acercó un poco para mantenerla dentro del alcance de esos tentáculos, y decidió que lo mejor era atacar con todos a la vez, rodeándola e imposibilitándole detenerlos todos al mismo tiempo. Sin embargo, tampoco debía fiarse tanto.

Ve que piensa atacarla desde todos los ángulos y cristaliza sus tentáculos, aumentando su velocidad, estando demasiado cerca de el.

Los tentáculos se contrajeron durante unos segundos y luego volvieron de golpe a su tamaño original, y quizás algo más grandes. Al cambiar tan bruscamente de tamaño, debería ser suficiente para romper el cristal. Repitió constantemente estos movimientos, volviéndolos en formas muy irregulares y tamaños desiguales. Se retorcían de manera extraña, y parecían moverse casi sin dirección. A cualquiera le confundiría, y creería que Haro ha perdido toda la razón que pudo existir en él...

Rápidamente, rodeó con sus tentáculos a la Shinigami y la inmovilizó, dejándola en el suelo, atada completamente. Se movían tanto y cambiaban de tamaño sus tentáculos que la formación de cristal sería un tanto difícil.

Suelta un quejido de dolor, al aprisionarla, dañó sus alas, por ello todo el cristal que creo desapareció, dejándola sin armas, ni protección alguna.

En su cabeza resuena la risa del titiritero.
"Definitivamente, eres tan inutil..."

Al ver que quedó indefensa, Haro se acercó más y más... cuando llegó al lado de ella, tomó su mentón y le obligó a verlo.

---Mmmm, creo que no te ves muy cómoda en esa posición~~~~ Pero no necesitas enojarte~~~ Fue un verdadero placer pelear con tan formidable oponente, y para que pienses en mí, te dejaré un recuerdo~ ---Acto seguido, acercó sus labios a su cuello, y dejó una marca en el lugar...

De inmediato, la carcajada del titiritero, era tan fuerte que parecía que saldría de la mente de la shinigami.

Ella, soltó un... Gemido, seguido de un escalofrío y un leve sonrojo. Imagen que solo el de los tentáculos podría apreciar. Se ve tan débil y patética, parece no ser la misma con la que acaba de pelear, aunque, la opinión del espectador es la que cuenta, ¿no?

Haro soltó una risita, para después desaparecer en la oscuridad de la noche...

Se sienta en el suelo, quizás aturdida por un momento. Luego, sacudió su cabeza, miró hacia el suelo, con una expresión que le quedaba corta a su odio.

- Haro Kageshi... Juro que un día, yo misma te llevaré al purgatorio.

"Fallaste en tu misión, no me queda más que castigarte."

Dicho esto, el esquelético titiritero hizo su aparición, solo para arrancar una de sus alas. La shinigami soltó un alarido digno de un condenado.

- sabes que volverá a crecer.- y sin más, el titiritero desapareció.

Mientras tanto, Seere sonrió, llegando a la ciudad, pasando algo cerca de dónde estaba la Shinigami. En su hombro, destacando en el negro de su túnica, estaba un cuervo blanco...

Mientras tanto el se encontraba en la azotea de un edifico, parece dejo a los Kageshi solos en la casa mientras el con sus portales vio el enfrentamiento de Haro y Blue y a Seere.

-Curioso las cosas parece se pondrán muy interesantes jiji, que emoción las piezas ya parece se ponen en posición para iniciar la partida - Dice empezando a reír muy divertido ante la situación.

La Shinigami se levanto con mucha dificultad, un ala significa la mitad de toda su energía. Trató de seguir su camino, dejando un rastro de su sangre por donde va.

Repentinamente, Seere apareció delante de la Shinigami herida...

---Vaya, que herida tan grande, ¿cómo te hiciste eso?

- Eso... No te incumbe.- Contestó de mal humor, la rodeo y siguió con su camino, sosteniéndose de lo que podía.

---Ah, ¿sí? Al parecer, tienes alguien del cual quieres deshacerte...

Se detuvo por un momento... Pero la ignoró y trató de seguir.

- Tu, no sabes nada de mi.