Llegada a Mundo Origen

Ninety Nine no quiso responder, así que sólo comenzó a correr, huyendo de aquella chica. No sabía si Haro tenía razón y habían salido de Mundo Inverso, pero sabía que no podía quedarse mucho tiempo ahí.

Solo lo vio alejarse, ya que al fin y al cabo, si era necesario, lo mataría. Después de ese encuentro, regresó a su trabajo.

Sonriendo con su típica sonrisa llena de malicia va recorriendo la ciudad con total calma hasta que escucha unas sirenas y va por curiosidad al estar aburrido, al llegar detecta algunas presencias conocidas pero no reconoce una y va a investigar al llamarle la atención.

El prófugo continúaba huyendo, hasta llegar a un callejón solitario.

La chica salia del callejón, sintiendo esa irritante presencia demoníaca.

- Ah, él otra vez...

-Lo dices como si no te gustara que estuviera aquí jijiji - Dice sonriendo apareciendo sobre el callejón arriba de ella a sus espaldas con su típica sonrisa escalofriante.

Aburrida, decidió ir por el Shinigami, quería saber más de el tipo que le encapricho solo por ser diferente. Pensaba que sería un buen aliado y fue por el.

No se tardo en estar cerca de donde el estaba, era de noche y estaba solitario.

Detecta otra presencia.

-Acabo de detectar la presencia de una puta.- y va por ese camino.

No pudo gritar del dolor, pero de inmediato sus reflejos se activaron y retrocedió rápidamente. En el suelo habían vidrios rotos y al ir descalzo, se había cortado.

Sonríe con malicia dirigiéndose hacia donde detecta la presencia que no conoce.

Lo vio a lo lejos y estaba detrás del. Llego ahí sigilosamente, y miraba los vidrios.

-Hola...-Susurro cerca de su rostro.

Maro apenas y se alteró al verla, pero no podía correr, sus pies estaban heridos y seguro con la suciedad de la calle se infectaría su herida.

No pudo evitar reír al ver esa reacción.

-No te haré nada... -Dijo mientras se acercaba más para ver esos ojos sin expresión- Creo que puedo ayudarte, si me dejas-Dijo con una sonrisa algo falsa.

Sonríe llegando con maro.

-Valla valla parece necesitas ayuda con eso - Dice con su típica sonrisa indicando la herida de maro.

-Hola, Xenos, por cierto aun tengo tu sombrero-Dijo con una sonrisa. Luego miro a el Shinigami esperando una respuesta.

Maro no quiso hablar, pero no podía moverse. Trató de dar un paso, no mostró dolor, pero apenas hizo contacto con el suelo retiró su pie de él, pero al perder un poco el equilibrio ante eso terminó cayendo. Por suerte, cayó donde no habían vidrios.

Lo tomo de una forma para que este su pusiera en pie. Ella quería saber más de los Shinigamis y el le diría como de alguna forma.

-Eres un idiota y eso que ni has abierto la boca-Dijo mientras lo cargaba.

Va con ellos.

-Igual es tu sombrero recuerda es un regalo jijiji - Dice con su típica risilla y ve a maro mientras es cargado como niñito.

No dijo ni hizo nada, cuando estuvo de pie, aun doliéndole sus heridas, trató de buscar alguna salida. No podía usar magia para curarse, no sabía cómo...

... el único que sabía, era Haro...

-Vamos, no parezco un monstruo como para que me tengan miedo-Dijo algo molesta.

Sabía que no tenía otra opción... debía morir para salvarse.

-Cierto ella solo es monstruo internamente así que no hay que temer jijiji- Dijo dando una risilla divertido por su chiste.

Lo deja caer, se aburrió de no tener respuesta, además tenía un mal presentimiento. Lo miro con frialdad, la sonrisa se borro.

-Me halagas, Xenos.-Dijo aun fría.

Maro rápidamente tomó uno de los vidrios rotos y lo acercó a su cuello. Sería una muerte rápida.

-De nada - sonríe como siempre y al ver lo que intenta Maro arroja un cuchillo a al cristal quitándolo de su mano.