La posible mudanza

Se acerco a los primero clientes que vió, con esa sonrisa fingida, se acercó a ellos, diciendo:

- Bienvenidos, ¿puedo ayudarles?

Una ves ahí se aburrió tanto que hizo algo extremo, ya que era la única castigada y solo estaban ella y el maestro decidió golpearlo sin que lo viera y dejarlo inconsciente para irse pronto. Esperaba que el no recordará eso y se fue lo más rápido que pudo para ir a divertirse, si con suerte aguantaba los días en que si había escuela, no pensaba estar 2 horas ahí cuando no lo había.

Fue a su casa, se puso un vestido negro y se fue a cortar cabezas y quizá, después ir a ver a Xenos para ver si el la divertía un poco.

Bael sólo ordenó por los dos sin atreverse a mirar a la mesera, no quería quedar como un pervertido frente a su hija.

Al terminar sus "tratos" fue a buscar a Mari y su padre y no encontrándolos en la casa comenzó su búsqueda.

Mientras caminaba por ahí, vio a Xenos, pensó en dejar su trabajo para después y ver si se podía divertir con el.

-Oye ¿que haces?-pregunto saliendo de la nada detrás del chico.

Solamente anotó las ordenes y con una leve reverencia, notificó:

-En unos momento regreso con su orden.-Dicho esto, fue a dejar la orden y siguió atendiendo a los demás clientes.

Al notarla se detiene.

Oh hola, solo buscaba a Mari y su padre... y parece los encontré casualidades de la vida supongo jijiji - Dice divertido riendo ligeramente viéndolos como están ambos frente al café maid donde ellos se encontraban.

-Bueno, ¿te puedo acompañar? Es que estoy muy aburrida y no quiero estar sola-Dijo con esperanza de que no le molestará su presencia.

Claro eres libre de acompañarme, además con esa bruja te aseguro te divertirás - Dice mientras va entrando al café sonriente... pensando en como molestar a Bael en este caso.

Bael se sentía mucho mejor, Seere no iba a atormentarlo ahí. Simplemente esperó pacientemente la orden y bostezó algunas veces.

Mari por su parte distraídamente jugaba con su teléfono. Su padre no hablaba mucho después de una noche de insomnio.

Momentos después, regresó con las órdenes listas y su misma sonrisa fingida. Al hacer esto, recordaba que por la noche, su diversión comenzaría.

-Aquí está su comida.- Las puso en la mesa.- ¿Desean algo más?

Entro al café junto con Xenos, esperando lo que el dijo, diversión.

Valla que suerte encontrarlos aquí, valla Bael no sabia te gustaban "estas cosas" y mas aun traer a tu hija aquí - Dice divertido viendo es un maid café sonriendo maliciosamente.

---Así está bien, gracias ---respondió Mari, al ver que su padre estaba prácticamente dormido.

Bael sintió presencias, muy débiles debido a su estado semi-dormido, escuchó una voz que lo perturbó un poco. Era Xenos.

Solo supo reír ante eso, la verdad pensaba lo mismo.

-Tenías razón me iba a divertir aquí-Menciono mirando al padre y a la hija.

Su sonrisa cambió a un rostro frío, susurrando:

- Demonios... Como los odio.- Y se alejó del lugar, a seguir trabajando.

-Valla pareces un muerto viviente - Sonriendo viéndolo somnoliento y de su roca saca la moneda de hace rato y se la arroja dejándola frente a el - Un "centavo" para que mejore tu suerte - Dijo sonriente como siempre.

Bael lució un poco más despierto y alerta. Mari, por su parte, se asustó y paralizó.

-Vamos vamos, no se pongan así, como dije es para la suerte créeme estoy seguro con ella podrás dormir mejor - Dijo sonriente a ver si capta el mensaje de lo que para es la moneda que de hecho aumenta su defensa mágica para que su hermano no pueda encontrarlo.

-¿Problemas? Mmm... Interesante, quiero saber, puedo ofrecer mis servicios de caza-Sonrió al decir eso mientras miraba la comida, la cual estaba deseando ya que se veía muy buena.

Notando ella esta viéndola la comida.

Ya que vinimos a este lugar ¿Quieres te invite a comer? - Dijo sonriente encogiéndose de hombros y de hecho el tampoco comió mucho.

Desde lejos, la chica observaba la escena, anotando nombres...

- Mari Kageshi... V Valentine... Xenos Lix...

-¿Ah? Claro-Sonrío.-Tengo un poco de dinero para pagar, bueno si me falta dinero ahí después te la devuelvo-Dijo con una sonrisa algo nerviosa.

Bael captó el mensaje, a pesar de seguir tan dormido, así que tomó esa moneda y la guardó. A Mari no le sorprendió, pues su padre ganaba tan poco y como encima su madre le quitaba el dinero cada que quería, necesitaba cualquier cosa que tuviera valor.

Se encoge de hombros.

-Tranquila no tengo problemas con pagar hago ciertos "negocios" que alimentan bien mi bolsillo - Dijo sonriendo tranquilamente tomando una mesa para los dos muy cerca.